AstraZeneca reconoce casos de trombosis por su vacuna COVID, pero es falso que todos los que la recibieron están en riesgo
En México se ha aplicado más de 22 millones de vacunas de AstraZeneca contra COVID-19, la misma que ahora la farmacéutica ha reconocido que, en ocasiones muy raras, podría producir eventos de trombosis.
Los episodios de trombosis son casos muy infrecuentes en los que se forman coágulos de sangre en una vena e interrumpen el flujo normal de la sangre y, en el caso específico de la vacuna, se acompañan de trombocitopenia, una condición que consiste en un muy bajo nivel de plaquetas en sangre, lo que aumenta el riesgo de sangrado.
Los indicios han estado presentes por años. La Agencia Europea de Medicamentos ya reconocía, en abril de 2021, una asociación poco común entre episodios de trombosis y la vacuna de AstraZeneca contra COVID-19. El riesgo era muy bajo, pero en buena parte de Europa se tomó la decisión de paralizar la vacunació con el fármaco y utilizar las de otras casas farmacéuticas.
El dato duro fue el siguiente: podría haber un afectado por trombosis por cada 660,000 pacientes, según lo registrado por la Agencia Reguladora de Medicinas y Productos Sanitarios en Reino Unido. No fue la única en establecer una relación causal. Un año más tarde, en 2022, un estudio publicado en el British Medical Journal tenía una cifra mucho más preocupante: luego de una primera dosis de vacuna de AstraZeneca, el riesgo de tener trombosis era de 30% más que de haber aplicado una vacuna de Pfizer.
Quizás por ese estudio las acusaciones en contra de AstraZeneca arreciaron. Es precisamente en Reino Unido donde demandantes se han puesto de acuerdo e iniciaron un largo proceso de demanda en contra de la farmacéutica. Ahora, tras la evidencia acumulada a lo largo de los años y el proceso de demanda, AstraZeneca ha reconocido los episodios de trombosis como un efecto «muy raro» entre los pacientes que recibieron su vacuna contra COVID-19.